INVEMAR. (2019c). Monitoreo hidrosedimentológico de la Ciénaga Grande de Santa Marta 2018-2030. Convenio interadministrativo 317 de 2018 PRY – GEO – 003 de 2019. Tercer Informe de actividades. INVEMAR-CORPAMAG, 38 p.

DCA

CONCLUSIONES: Se continúa presentando bajos niveles de agua en los ríos provenientes de la SNSM (Fundación, Ají, Aracataca y Sevilla), lo cual causa que se continúe con la consolidación y formación de playones y barras de arena sobre sus cauces, perdiendo interrumpiendo el flujo de agua y la conexión entre tramos de la parte baja de los ríos con la ciénaga. Los resultados de sólidos suspendidos totales confirman que el caño Aguas Negras es el sector que aporta más en éste parámetro; este comportamiento es de esperarse debido a que es el lugar por donde llegan los mayores aportes del río Magdalena, este caño no tiene control del flujo del caudal, ni de residuos sólidos, llegando de forma directa hacia este complejo de ciénagas de Pajaral y posteriormente a través de Caño Grande al espejo principal de agua de la CGSM. Por otra parte, la dinámica de la salinidad sobre el espejo de agua de la ciénaga a partir de abril pasa a ser dominada por la entrada del primer periodo de precipitación en la zona, la cual modifica el flujo y el reflujo en la Boca de La Barra, indicando la dominancia del flujo de agua dulce sobre la marina dentro de la ciénaga al aumentar el aporte hídrico de los caños y ríos. Mediante el monitoreo permanente que se realiza sobre los ríos que desembocan en la CGSM se ha logrado establecer la tercera aproximación de las curvas nivel caudal de estas vertientes. La estimación de las curvas de gasto de estos ríos cuenta con incertidumbres, producto de las diferentes épocas en las que se realiza la medición y de diferentes factores climáticos que cambian con el tiempo. Para establecer un comportamiento más certero se requiere que la curva sea realizada de manera permanente, y reducir la incertidumbre. La variación en la composición granulométrica de las muestras colectadas en los ríos que descienden de la SNSM (Fundación, Aracataca y Sevilla) entre los primeros meses del año y después de abril, muestra una relación directa con los cambios en los niveles acumulados de precipitación en la zona, considerándolo como el factor de mayor influencia en la capacidad de arrastre de fondo. Sin embargo, factores como la geomorfología, la fuente de aporte y la acción antrópica pueden influir en las dinámicas del sistema.