Santos-Martínez, A., Bateman, N., Sánchez Ramírez, C., Viloria M., E., Grijalba B., L. M., Tíjaro R., R., & Narváez, J. C. (1998). Componente recursos hidrobiológicos. Evaluación de los principales recursos pesqueros en la Ciénaga Grande de Santa Marta, costa Caribe colombiana. II semestre 1997. 47 p.

DCA

INTRODUCCION: En el presente informe, se presentan de manera resumida los resultados del trabajo del monitoreo experimental sobre la comunidad íctica. Se muestran además, los resultados de captura y esfuerzo de los primeros dos años (Nov/93-0c1194; Nov/94-0W95) comparados con los resultados obtenidos del procesamiento de la información del útbrno año de muestreo (Nov/95-0ct/96); es de aclarar, que los resultados del último año se encuentran todavía en revisión antes de obtener los resultados finales. Finalmente, se relacionan los resultados totales de las estimaciones de biomasa instantánea obtenida a través de 4 campañas de área barrida en 1997. El sistema formado por las lagunas del Delta Exterior del río Magdalena, corresponde a un ambiente laguno-estuarino, ecosistema que se caracteriza por ser altamente productivo, ecológicamente complejo, tener muchas fronteras y ser abierto (Day y Yáñez-Arancibia, 1985). Los peces usan este tipo de ecosistemas durante diferentes fases de su ciclo de vida: como guarderías dado que los juveniles aparentemente se benefician de la abundante comida y protección de predadores; como un permanente domicilio para las especies residentes; como una ruta de viaje para las especies diadromas; como un lugar de migración estacional, normalmente relacionada con los hábitats alimenticios de peces marinos y dulceacuícolas; y como un área para los visitantes ocasionales (Yáñez-Arancibia y Nugent, 1977; Rebelo, 1992). Estas funciones, hacen que los estudios ecológicos tendientes a conocer como cambian las comunidades en estos ecosistemas y que las determina, sean de vital importancia, porque pueden reflejar el estado de todo el ecosistema proporcionando indicios tanto sobre la historia, como sobre el funcionamiento actual de éste entorno (Margalef, 1983) lo que es necesario conocer para su manejo y conservación. La comunidad se define como “la reunión de poblaciones de un área determinada, una unidad laxamente organizada, hasta el punto que posee características complementarias a las de sus componentes individuales” (Odum, 1971). Como señala Margalef (1983): ‘cada especie, cada individuo se puede considerar como un filtro, el significado de los diferentes filtros se multiplica y este es al valor de la información que posee la comunidad entera”. La comunidad posee propiedades que la hacen independiente de sus especies
componentes, como son las de ser unidades discretas que pueden ser manejadas independientemente del sistema de que forman parte y poseer mecanismos homeostáticos (de autorregulación) (Evans et al, 1987). Este nivel de organización es utilizado con preferencia, por ejemplo en estudios de impacto ambiental, como señala Warwick (1993), porque los métodos que utilizan niveles de organización mas bajos, requieren técnicas experimentales que explican la condición exacta del organismo al momento de muestrear, mientras que la estructura de un ensamblaje de organismos refleja las condiciones integradas sobre un período de tiempo. Así, se parte de la hipótesis de que el estudio de los cambios temporales y espaciales de la comunidad de peces (que son una parte) puede reflejar lo que está sucediendo en el sistema estudiado, dadas las estrechas relaciones que existen entre la comunidad íctica y las características del agua, el manglar y el hombre. Esta estrecha relación hace que muchas veces sea dificultoso, sino imposible, separar o delimitar sus interacciones (Yáñez-Arancibia, 1975) Un aprovechamiento estructural del estudio de un sistema (de una comunidad) enfatiza en sus componentes, examinando su naturaleza, distribución y patrones de interacción. (Caswell, 1976 en Scrader-Frechette y MacCoy, 1993). El término estructura se refiere a un conjunto de elementos solidarios entre sí, a organismos cuyos componentes no son meros fragmentos , independientes y arbitrariamente desintegrables, sino que poseen interdependencia entre ellos y con respecto a la totalidad. Lo que caracteriza a los miembros de la totalidad llamada estructura es, por tanto, su no independencia, su interacción, su compenetración funcional y su solidaridad (Ferrater, 1958). Hay controversia acerca de que factores determinan esta estructura. Algunos autores señalan que es determinada por el medio ambiente, así, la presencia o ausencia de un grupo taxonómico esta dado por una colonización al azar y la variabilidad en el medio, otros piensan que las interrelaciones bióticas son la llave que determina la estructura y otros que es determinada por estados de desequilibrio y que la comunidad siempre se está recuperando de la perturbación anterior (Reice, 1994). En este trabajo se han tomado como representantes del medio la temperatura, salinidad, oxígeno disuelto, transparencia y profundidad, por ser las variables que según múltiples estudios (Blaber, 1985; Santos-Martínez, 1989; Rebelo, 1992; Ramírez, 1993; Caselles, 1994) son importantes para el estudio de comunidades de peces en lagunas costeras. La zona de el Delta exterior del Río Magdalena, se caracteriza por su constante cambio: teniendo en cuenta una escala de tiempo geológico, por el cambio sucesivo del curso del río Magdalena que acompañado de las corrientes marinas ha conformado sus características geomorfológicas actuales y a una escala de tiempo mas pequeña, por la intervención humana sobre el ecosistema. Es una zona en donde confluyen problemas de diferente índole como el inadecuado manejo de los recursos hídricos, el deterioro de la fauna y flora, el aumento de niveles de pobreza y deficiencias institucionales en el cumplimiento de los fines del estado (Pro-Ciénaga, 1995). Esto se ha visto reflejado en la fauna íctica en una disminución de las tallas, de las especies y número de animales capturados (Santos-Martínez, 1989). Como parte importante de la solución del problema, se ha propuesto el reestablecimiento del equilibrio hídrico, identificado como la principal causa del deterioro (Mancera y Botero, 1995). Con este fin, se reabrió el Canal Clarín, un canal artificial abierto en la época de la colonia y que era la vía de acceso desde Barranquilla a Santa Marta antes de la construcción de la carretera (Acevedo,1981). Este caño es un canal de prueba, que servirá de modelo para la reapertura de otros en el futuro, según las resultados que se obtengan, en el Proyecto de reapertura de Canales en el Delta Exterior del río Magdalena. Existe incertidumbre sobre los efectos negativos que se puedan presentar con esta reapertura, por lo que se ha considerado importante mantener, un seguimiento continuo para observar los efectos a corto, mediano y largo plazo en los diferentes componentes tenidos en cuenta en el Proyecto. Los peces tienen una gran importancia económica en la zona ya que mas del 80% de las poblaciones económicamente activas de las localidades costeras (Tasajera, Palmira, Pueblo Viejo e Isla del Rosario) y palafíticas (Bocas de Aracataca, Buenavista y el Morro) dependen de este recurso y por décadas lo han extraído y comercializado (Mancera ,1995). Por otro lado, los peces juegan en estos ambientes el papel de la transformación del potencial energético del detritus (ya sea por consumo directo o por predación de organismos detritívoros), conducción de la energía de los niveles tráficos inferiores a otros niveles, intercambio de energía con otros ecosistemas, jugando un papel de balance o regulación energética del ecosistema (Yáñez-Arancibia y Nugent, 1977). El área de estudio, sobretodo la laguna mayor, la Ciénaga Grande de Santa Marta (CGSM) , ha sido objeto de múltiples trabajos que han ido aumentando en número desde hace aproximadamente 20 años, producto del interés en la rehabilitación del ecosistema dado el grado de deterioro de las áreas de manglar. Entre 1973 y 1984, se llevaron a cabo investigaciones sobre aspectos estructurales del ecosistema, incluyendo mediciones de parámetros fisicoquímicos e inventarios florísticos y faunísticos. Los aspectos físicos, geomorfológicos y químicos de la zona se han caracterizado en estudios como los realizados por Blanco (1988), CETIH (1978), Hernández (1988), y Wiedemann (1973). En la zona de Salamanca se tienen estudios en aspectos básicos de su flora, fauna y clima (Franky y Rodriguez,1976; Sánchez,1988). En 1985 se estructura el Programa de Investigación en Lagunas Costeras en el Instituto de Investigaciones Marinas INVEMAR, y entre 1985 y 1995 se ejecutaron las tres etapas del proyecto “Estudio Ecológico de la Ciénaga Grande de Santa Marta Delta Exterior del Río Magdalena” (Botero, 1988; Botero, 1989; Botero y Mancera, 1995), además de otros trabajos donde se han presentado los problemas ecológicos y sociales del área, así como propuestas y recomendaciones sobre su manejo tales como el estudio de Impacto Ambiental (Pro-Ciénaga, 1994) y el Plan de Manejo del Delta exterior del Magdalena (Pro-Ciénaga,1995). En la ictiología de la Ciénaga, se han hecho varios estudios sobre las especies de mayor importancia económica como Mugir curema (Flórez,1986), Mugil inc/lis (Blanco, 1980), Mugit liza (Lamprea, 1987), Eugerres plumieri y la familia Gerreidae (Rubio, 1975; Arango, 1978; Arenas, 1992), Centropomus undecimalis (Morales, 1975; Santos-Madínez,1994) Ja familia Ariidae (Galvis,1983), Elops saurus (Santos-Martínez y Arboleda,1994), Tarpon atlanticus (Cataño,1991; Santos-Martínez,1993) entre otros. En 1980 Barrios (1981) realizó un estudio bioecológico de capturas en la Ciénaga Grande, y Castaño en 1989 un estudio sobre los hábitos tróficos de peces en la misma área. También se han realizado estudios ecológicos de los juveniles de peces como los elaborados por González (1981) y Lamprea (1990) (tanto en la Ciénaga Grande de Santa Marta como en el Complejo de Pajarales). En 1987 Santos-Martínez (1989) establece la estructura de la comunidad íctica de la Ciénaga Grande de Santa Marta, registrando una disminución en las especies reportadas para la zona por otros autores . En 1995 este trabajo es continuado por Sánchez (1996), adicionando la zona de Salamanca y el Complejo de Pajarales, estudio con el que se comparan los datos obtenidos en este trabajo. En los últimos años se han desarrollado técnicas para analizar e interpretar datos de comunidades, que se caracterizan por las muchas variables que se deben tener en cuenta (Clarke, 1993; Field eta!, 1992; Warwick, 1993). En este trabajo se han utilizado estas técnicas multivariadas y no paramétricas, que poco a poco han ido tomando fuerza y ya han sido utilizadas en estudios con peces (Potter et al, 1996; Greenstreet, 1996; Mejía, 1996) mostrando su gran utilidad. Se seleccionaron tres zonas de trabajo, la Ciénaga Grande de Santa Marta (CGSM), el Complejo de Pajarales (CP) y el Complejo de Salamanca Occidental (CSO), zonas distintas en su geomorfología y origen y en el grado de deterioro del manglar, pero a la vez muy relacionadas. Por lo tanto, una de las preguntas del trabajo es si las diferencias que ha hecho que estas zonas sean consideradas como distintas, se reflejan también en la comunidad íctica, es decir, si los límites entre ellas son muy marcados o mas bien difusos, y si hay diferencias en la comunidad al interior de cada una de ellas. Además, se comparan los resultados obtenidos en 1995 y 1996 para observar si éstos patrones se mantienen de un año a otro o cambian, y si es así, saber si puede atribuirse los cambios de un año al siguiente a la reapertura del Canal Clarín.