Las salinidades progresivamente decrecientes de junio a diciembre de 1969, culminaron en la mortalidad catastrófica de casi todos los ostiones de la Ciénaga Grande, a causa de la penetración en ella del agua dulce de los ríos de la rivera oriental. La fijación de ostiones juveniles en las conchas de ostiones adultos fue continua a lo largo del período, pero mostró un decrecimiento. La carne mostró mejora hasta el mes de diciembre.