INTRODUCCIÓN: Como parte de las actividades propuestas en el presente convenio y cuyo objetivo apunta a la implementación del modelo hidro-sedimentológico conceptual del complejo lagunar Ciénaga Grande de Santa Marta (CGSM), se realizó el cubrimiento de la información batimétrica faltante del complejo, abarcando las ciénagas de las zonas norte y sur, así como algunos caños que permiten la interconexión entre estos cuerpos de agua: ciénagas Tigrera, La Luna, Aguja, Don Miguel, Mendegua (sur), Mendegua (norte) y Tamacal, con una precisión 25 m y los caños Schiller y Ratón con precisión 5 m.
CONCLUSIONES: La evolución del espejo de agua en la CGSM y el complejo de Pajarales durante los últimos 28 años, evidenció variación morfológica poco significativa. Sin embargo, algunas zonas emergidas en los bordes presentan tendencias de crecimiento como el frente deltaico del río Aracataca, área norte de la desembocadura del caño Pájaro y la boca de La Barra. En este sentido, en la dinámica evolutiva del complejo lagunar CGSM es notable un balance del espejo de agua debido al comportamiento de los límites (disminución y aumento del espejo de agua), cuyas tasas de cambio parecen estar estrechamente reguladas por el aporte hídrico al complejo, que a su vez, muestra evidencias de estar modulado por la variación climática relacionada con eventos ENOS. La dinámica hídrica actual del complejo lagunar CGSM (años 2017-2018), reflejó que durante la época seca, los tributarios provenientes de la vertiente de la SNSM y el caño Clarín presentaron intrusión del agua proveniente de la CGSM hacia los tributarios, lo que significa un déficit en el ingreso de flujo de agua continental hacia la CGSM. El caño Aguas Negras es el único tributario que mantuvo caudales en dirección hacia la ciénaga de Pajarales a lo largo del periodo evaluado y presentó un comportamiento similar (en forma, mas no en valores) con la estación Calamar del río Magdalena. Este resultado indica que el río modula la entrada de agua a la ciénaga de Pajarales, siendo esta a su vez transportada hacia el espejo de agua principal a través de caño Grande. En contraste para la época húmeda, los tributarios presentaron direcciones del flujo hacia la CGSM, siendo el río Fundación y Sevilla los que contribuyeron en conjunto con un aporte mayor al 50% del total de agua que ingresó a la CGSM. Los ríos Ají y Aracataca de la vertiente de la SNSM así como los caños Renegado, El Burro y Clarín de la planicie inundable del Magdalena, presentaron caudales máximos en época de lluvias inferiores a 8 m3/s, siendo el aporte hídrico porcentual inferior al 15% entre los cinco tributarios. La zona de intercambio ciénaga-mar a través de la boca de La Barra, mostró un comportamiento dinámico, el cual estuvo forzado por las variaciones climáticas y la condición de la marea. En época húmeda dominó el flujo de la ciénaga al mar y se registraron los mayores caudales; mientras que en época seca dominó el flujo del mar a la ciénaga y su valor absoluto estuvo marcado por la condición de marea, siendo mayor el aporte durante mareas vivas. Los sólidos suspendidos totales (SST) y la salinidad registraron variaciones espaciales y temporales asociadas a forzantes como el viento y la marea. Cuando la intensidad de los vientos es mayor, se generan procesos turbulentos que resuspenden el sedimento y aumentan los SST así como procesos de mezcla que generan en la CGSM características mesohalinas; no obstante, las mayores salinidades siempre se registraron en la boca de La Barra. El complejo de Pajarales evidenció valores altos de SST y menores salinidades, reflejando una importante interacción del río Magdalena por el caño Aguas Negras, principal fuente de agua dulce al complejo lagunar, aportando material en suspensión y agua dulce.
