Typha domingensis es una especie de aguas profundas que crece en el sistema lagunar de la Ciénaga Grande en sitios que pueden tener una profundidad hasta 1:20 m durante la época lluviosa mayor. Las plantas tienen una rizoma perenne que se encuentra cerca de la superficie del sustrato. De la rizoma salen raices hacia el sustrato y brotes verdes hacia el aire. Los brotes verdes pueden tener una longitud de 4 m. Los brotes que tienen las inflorescencias mueren después de la madurez de los frutos. Como reemplazo se forman brotes nuevos. T. domingensis tiene dos sistemas diferentes de multiplicación. Los frutos que se producen después de la reproducción generativa son capaces de volar y lo hacen posible que se establezcan plantas en sitios donde la especie no se encontró antes. Por el crecimiento de la rizoma estas plantas pueden colonizar después áreas grandes rápidamente. Durante el tiempo de la investigación (september 1999 – febrero 2000) áreas de 1 m, limpiadas de enea, se cubrieron de plantas dentro de 12- 16 semanas nuevamente. Medimos una salinidad del agua superficial entre 0 y 3 %o dentro del tiempo de la investigación. Esta concentración de sal permite un desarollo de la eneasin estorbos porque se puede esperar una reducción del crecimiento solamente a partir de 3 %o. En áreas que se secan durante el verano hay que contar con la muerte total o parcial de los brotes aéreos porque la salinidad del agua del suelo en una profundidad de 20 – 50 cm subió a 73 %o en algunos sitios ya en febrero 2000. Debido a que la rizoma puede aguantar salinidades altas durante algun tiempo se puede esperar un crecimiento de nuevos brotes verdes en el momento cuando el agua comienza a subir nuevamente. En el sistema lagunar de la Ciénaga Grande, T. domingensis forma generalmente praderas puras sin otras especies vegetales. No hay indicios claros para un establecimiento de manglares entre la paja enea. Se encontraron propágulos de Avicennia nadando entre enea en un sitio de investigación, pero no se establecieron plántulas. En otro sitio hubo algunas pocas plantas jóvenes entre la enea. Estas plantas ya estaban presentes cuando comenzaron estas investigaciones.
Manglares son adaptadas mejor a las oscilaciones de la salinidad que se observan en el sistema lagunar de la Ciénaga Grande que T. domingensis y árboles almacenan nutrientes por mucho más tiempo que plantas herbáceas con brotes aéreos que mueren regularmente después de cierto tiempo. Tomando en cuenta la eutroficación marcada de las lagunas, parece oportuno promover activamente el establecimiento de los manglares. La destrucción de partes de las praderas de enea, necesario para este fin, se puede obtener por el corte de los brotes aéreos debajo de la superficie del agua durante épocas en que sube el agua. En todo caso, se conservará algo de las praderas de T. domingensis porque la enea puede crecer en aguas más profundas que los manglares.